Mientras escucho una suave melodía, siento que la ira se aparta de mí y en cada nota puedo sentir una emoción tan distinta y perturbadora, puedo imaginar al personaje avanzando lentamente, con paso seguro a un destino trágico e inevitable, puedo ver en su rostro la tristeza, pero también la certeza de estar haciendo lo correcto. La cercanía de la muerte lo rodea pero él no duda, solo avanza sin detenerse.
La idea de que todo desaparece me rodea al escuchar los acordes del piano brotando por los parlantes de mi radio, esa sensación de trágico final que se anuncia entre las delicadas notas de violín que se empiezan a escuchar, es una melodía envolvente que tranquiliza mi espíritu y le da fuerzas a mi alma para seguir, aleja las ideas locas y serena las emociones, devolviéndome a la realidad de manera gradual.
Es una melodía deliciosa, lo único triste es no saber como se llama.
Lindo post, todo un susurro.
Saludos
Diosich
gracias, esa es la idea